¿Estamos preparados para el cambio?

Estimados lectores,

Quiero compartir con ustedes una intervención que realicé ante los alumnos del Instituto Canario Superior de Estudios – ICSE, acerca de la rápida evolución del mundo, y por tanto, la necesidad de adaptarnos a los nuevos cambios.

«Hay una frase muy de moda: “estar en la zona de confort”, y es en esa situación donde se encuentran los que se resisten al cambio, que en España son demasiados, y que no solo quieren quedarse atrás, sino que además pretenden agarrarnos por la chaqueta para que no avancemos. Claro que si en todos los países estuviéramos en la misma situación no sería tan grave, pero da la casualidad que los sistemas educativos de los países más desarrollados, y dicho de paso, con índices de paro muy inferiores al nuestro, han aprendido que el ser humano ha de seguir desarrollándose para competir en un mundo globalizado.

Los mayores imperios se han venido abajo por instalarse en la comodidad, cuando otros seguían preparando su futuro. España ha llegado tarde a las revoluciones industriales, pero eso no debemos dejar que se repita.

Hace muchos años que empezó la era digital acompañada de la robótica, pero su desarrollo crece de forma exponencial. Los cajeros automáticos y los trenes de lavado los vemos como algo natural, sin darnos cuenta de que son robots, como tantas cosas que utilizamos a diario. Sin embargo, hay artilugios creados hace años que nos deberían indicar hacia donde va el mundo desarrollado. Ahora tenemos que decidir si queremos ser remolcadores o ser remolcados. Esta resistencia al cambio nos llevaría a una dependencia del exterior y al lloriqueo internacional.

Hablamos del coche que se conduce solo, de una enciclopedia parlante, de los drones, de los pequeños submarinos autónomos y, últimamente, de las impresoras 3D, sin darnos cuenta de que no se trata de descubrimientos recientes, si no que llevan años desarrollados y que sólo dependen de su precio de compra y mantenimiento para que se integren en nuestras vidas.

El peligro que nos acecha es el inmovilismo de nuestra AAPP y por supuesto de la política. Mientras discutimos el nombre de las calles, la fibra óptica no avanza a la velocidad requerida por culpa de las trabas burocráticas, ni se preparan las instalaciones por el mismo motivo. El sistema de gobierno de las instituciones está basado en la burocracia, cuando históricamente en los países con un mayor desarrollo, son las inspecciones las que obligan a los ciudadanos a cumplir las normas establecidas. La burocracia solo pretende salvar de responsabilidad a los gestores públicos, provocando con ello una actitud de desconfianza ante el potencial delincuente que es el ciudadano.

En otro orden de cosas, considero imprescindible que implantemos nuevos métodos de producción y distribución.

Hace poco leí que el mundo iba hacia una uberización en los servicios. Para los que no estén familiarizados con el sistema “UBER”, les indico de una forma muy resumida, que es la competencia a los taxis tradicionales, que por cierto ya les apareció otra competencia más económica. Por este motivo, la gestión de las empresas ha de ser horizontal, si queremos aprovechar la inteligencia de nuestros colaboradores. Todo el equipo tiene que sentirse involucrado. Los líderes actuales no dan órdenes, utilizan argumentos para convencer y caminar juntos hacia un objetivo común.

De lo que no cabe duda es que los cambios van a ser brutales para los que estén instalados en la comodidad, o como decía al principio, en la zona de confort, tanto si es empleador como si es asalariado, pues se encontrará absolutamente despistado y se lo llevará la corriente. Un extraordinario ejemplo de lo que digo lo hemos visto en KODAK, ¿quién lo iba a pensar?

En el MOBILE WORLD CONGRESS en Barcelona, se dijeron cosas muy interesantes, probablemente la que más repercusión ha tenido fue la del presidente del BBVA hablando del dramático impacto que tiene ya la tecnología en el giro del sector financiero, transformando al banco en una compañía de software. En resumen, la relación con los clientes será digital, queramos o no.

Ahora para concluir, quiero que sepan que no estoy preocupado por los cambios, pero sí dispuesto a adaptarme, ¿y ustedes?»

Espero sea de su/tu interés.

Sergio Alonso Reyes

 

6 pensamientos en “¿Estamos preparados para el cambio?

  1. Pienso que hoy en día la adaptación al cambio de todas las nuevas tecnologías, es mas una imposición que realmente una necesidad del ser humano. En los países desarrollados si no estamos al día del progreso, nos quedamos atascados y no avanzamos. Pero en los países subdesarrollados, la cosa es distinta, ahí se trata de un cambio por la supervivencia, la adaptación a la vida es una continua metamorfosis. Se trata de la evolución del hombre y su entorno, y donde no existe «el confort». Es un progreso mas lento y duro, al igual que han tenido que evolucionar los animales, como por ejemplo el pingüino, que perdió sus alas para convertirse en aletas.
    Que estoy de acuerdo en el desarrollo y el progreso, pues si, pero que vamos tan rápidos que algunos no tiene tiempo de llegar a adaptarse.

    • Estamos de acuerdo. Pero me gustaría resaltar que la actitud de las personas es la que puede cambiar un país del subdesarrollo al desarrollo, y esa actitud depende de la educación. La educación que puede hacernos personas responsables o egoístas, que saben o no vivir en comunidad y por lo tanto contribuir al desarrollo de la sociedad.
      Todos los cambios tienen su parte positiva y negativa, pero depende de nosotros que la balanza se incline a un lado u otro.

  2. Estoy de acuerdo con el contenido de este artículo Sergio, comparto tu visión de la necesidad de adaptación a los cambios, la necesidad de orgnizaciones horizontales, del trabajo en equipo, compartir los conocimientos, reducir la burocracia. Yo lo siento como un cambio que puede darnos calidad de vida, flexibilidad, más tiempo libre, etc.
    Recomiendo, en relación con la adaptación a los cambios, la lectura de los libros de Daniel Raventós y la asociación de la Renta Básica Universal, que desde mi punto de vista y del de ellos, será necesaria en un futuro no muy lejano.
    Saldrá más barato dar una renta que cubra las necesidades básicas de la población de un país que mantener a instituciones,organizaciones y burocracia, que fiscalicen las prestaciones y/o subvenciones y por otra parte, seremos más creativos, libres y felices al no tener que trabajar para vivir. Yo tenía una visión negativa de la RBU hasta que he tenido la oportunidad de conocerla más y ver que está ligada a nuevos tiempos para la humanidad.

    • Gracias. Compartimos argumentos. Sin embargo, es peligroso hablar de rentas gratuitas porque suelen llevar al deterioro de quien las percibe. Un ejemplo palpable son los nativos de Australia, descendientes de las tribus originarias, que por un acuerdo de los británicos tienen derecho a una renta vitalicia. Se convierten en personas inútiles, muchos alcoholizados y deteriorados físicamente, es una raza a extinguir.
      El ser humano está hecho para luchar por la supervivencia y lo contrario es ir contranatura.

  3. La pregunta también puede también plantearse en términos de si estamos cambiando para estar preparados, porque en sí el ‘cambio’ es un proceso inevitable, continuo, sostenido, sin evidentes hitos concluyentes en términos de lo que es la mera supervivencia biológica de una persona. Esta pregunta conduce a otro matiz; si cambiamos – nos adaptamos – con la rapidez con la que la tecnología avanza para vivir y competir, en un mundo complejo, intensamente interconectado e interdependiente, en el que la innovación es el único instrumento para lograr que a más población, y más consumidores con niveles de renta mayores, dados los mismos recursos, podamos seguir elevando el PIB por habitante global. Las soluciones a los problemas de hoy son más complejas, y necesitan de colaboración e información compartida, de combinación de ideas en la intersección de distintos campos, de redes, de velocidades de proceso más potentes. Hay países que han interpretado el nuevo desarrollo económico en términos de captación de talento global; de adquirir nuevas habilidades; donde la tecnología hace desaparecer las transacciones y se vive el cambio – el reto es crear una empresa tecnológica global. Otros países siguen anclados en modelos de rent-seeking, con costes de transacción altos, donde el cambio es una expectativa y no un hecho – donde acceder a un puesto en el consejo de administración de una multinacional vinculada a sectores tradicionales es el objetivo último. Luego la respuesta a la pregunta es si estamos cambiando (haciendo, en movimiento, ahora) para estar preparados (visión, un hoy proyectado en mañana), porque los desafíos son ya, el cambio ya ocurrió ayer y está pasando hoy, y el problema es que hay gente que no lo vio. Muy interesante discusión.

    • Tengo que confesar el abandono al que he sometido el “blog” durante más de un mes, por estar de viaje, de manera que pido disculpas por ello.
      Contestando a sus observaciones, le diré que efectivamente, hay demasiada gente que no percibe la necesidad de actualizarse, por eso la historia debería servirnos para comprender. Hubo una época que la gente no veía la necesidad de aprender a leer y escribir, pues ahora es lo mismo pero a mayor velocidad.
      El exceso de información disponible no debería agobiarnos, solo tenemos que aprender a seleccionar lo verdaderamente importante.
      Le agradezco su intervención

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