Mesa redonda sobre Formación y Empresa (16.12.13)

La educación en España es deficiente y a la vista de los resultados no creo que deba discutirse, ni descalificar a los calificadores. Según mis cálculos el único premio Nobel que ha conseguido la universidad española fue el que recibió Santiago Ramón y Cajal en 1906 en Medicina. A Severo Ochoa al vivir en el exilio se le considera Nobel americano. José de Echegaray, Jacinto Benavente, Juan Ramón Jimenez, Vicente Aleixandre y Camilo José Cela fueron ilustres escritores galardonados con el Premio Nobel de Literatura.

Nuestra situación es inferior a países que dedican menos dinero que nosotros, lo que nos hace pensar que no es una cuestión de presupuesto y recortes.

Hace algunos días participé en una mesa redonda junto a personas más vinculadas que yo al sistema educativo, como son Manuel Campos, ex presidente de la Fundación Universitaria de Las Palmas y Jesús León Lima, vicepresidente del Consejo Social de la Universidad de Las Palmas. Ingenuo de mi, pensaba que se llenaría el espacio disponible, no por nuestra presencia, sino por lo importancia del tema. Tremendo error, el 50% de la sala estaba vacía. Pero como a mi el desánimo no me puede voy a transmitir mis opiniones a través de esta página, por eso quiero compartir con ustedes las palabras que allí  trasmití.

«Por favor, que nadie se sienta aludido, mis palabras no intentan señalar a culpables, al contrario son soluciones lo que necesitamos.

Cuando desde las instituciones, políticas o no, venimos oyendo el mismo discurso de forma reiterada sin hacer absolutamente nada, estamos incurriendo en una estafa política. Esta afirmación es aplicable también a la educación.

En España tenemos un vergonzoso debate entre lo público y lo privado. Ese debate se produjo con intensidad a principios del siglo pasado en el mundo más desarrollado, y nosotros los españoles lo estamos reproduciendo con un siglo de retraso. ¿Cuál es la razón que lleva a manifestaciones y debates radicalizados? A mi juicio solo se trata de estar más cómodos en un monopolio; es que la competencia es dura, es más eficaz, pero eso no importa. Se trata de posturas egoístas ausentes de responsabilidad social. Todos esos países que discutían sobre este tema hace casi un siglo, hoy día han entendido que solo compitiendo se progresa. Por ese motivo, tanto la educación, como la sanidad, al ser consideradas materias de confianza, se está aplicando en muchos países el llamado cheque, que consiste en que el individuo tenga la oportunidad de elegir el hospital o el centro escolar, público o privado, que según su criterio le ofrezca mayores garantías.

Los sistemas de enseñanza más eficaces pertenecen a países donde la elección del centro es libre y donde por cada alumno el centro recibe el importe correspondiente, de manera que la competencia está servida y el profesorado sabe que si quiere progresar y estar socialmente considerado, ha de esforzarse para mejorar a sus competidores. Hay muchos países que o han implantado o están debatiendo la conveniencia de establecer el cheque escolar. Claro que nosotros todavía estamos intentando destruir todo lo privado, aunque sea más eficaz o más rentable.

El sistema universitario Británico funciona de esta manera: los alumnos solicitan entrar en varias universidades cuyos títulos tienen mayor prestigio. A su vez las universidades seleccionan a sus alumnos, claro que las de más prestigio se llevan a los que consideran que aportarán mayor éxito. Eso obliga a las universidades a competir entre si, ya que si alguna no mantiene su atractivo no tendrá dinero, ni para investigar, ni para atraer a los mejores profesores y pudiera terminar cerrando. Pero no,   eso no puede suceder porque sus profesores saben que se juegan su empleo y hacen verdaderos esfuerzos para competir y dar lo mejor de si.

En el caso de nuestro país hemos ideado un sistema para hacer muy difícil la competencia, p.ej. para iniciar una universidad es necesario comenzar con 8 titulaciones, cuando en el mundo existen algunas de gran prestigio especializadas solo en una o dos materias.

Es precisamente en la especialización donde tendremos que movernos en el futuro.

Hace un par de días me recomendaron un libro, que no he leído, pero estoy seguro que expone mejor que yo toda esta problemática, lo escribe una señora que se llama Clara Eugenia Núñez (ex directora general de educación de la CCAA de Madrid) y cuyo título es: Universidad y Ciencia en España. Entre otras cosas dice que la universidad se ha convertido en un lobby cuyo principal objetivo es obtener rentas públicas.

Como servicio público nuestro sistema educativo tiene la obligación de proporcionar a nuestra sociedad los profesionales que esta necesita, con el nivel adecuado para competir en un mundo globalizado. Incluidos los idiomas naturalmente.

La Educación es junto con la Sanidad el capítulo al que destinamos la mayor parte de nuestro presupuesto. Sin embargo, la eficacia no debe medirse por lo que gastamos, sino por los resultados obtenidos. Lamentablemente, el balance  es deficiente principalmente en la educación básica y en la formación profesional. No podemos seguir considerando la formación profesional como si se tratara de un saco donde van a parar los poco dotados. En el mundo desarrollado en el que deberíamos encontrarnos, a los profesionales se les mide por su éxito, no por su título. Existen muchos universitarios fracasados por no haber tenido la oportunidad de prepararse para lo que ellos tenían verdadera vocación.

Y hablando de la formación profesional, esta es la gran olvidada, desprestigiada y maltratada ¡Qué barbaridad! Hemos perdido décadas, los que conocemos otros países sabemos la enorme distancia que existe entre nuestras escuelas y la de otros países.

Sin embargo, frecuentemente se habla de acercar la universidad a las empresas, pero eso son solo titulares, la voluntad solo se demuestra con resultados. Bien es cierto, que la legislación hasta hace poco lo hacía muy difícil. Por ejemplo, la realización de prácticas durante el proceso formativo era tabú y sin embargo tiene un doble beneficio, refuerza el aprendizaje teórico, les afianza más en su vocación y la empresa puede valorar la posibilidad de contratar a los que considera mejor dotados para el trabajo.

No nos engañemos, el desempleo que tenemos no puede ser resuelto con discursos, planes rimbombantes y fotos en los medios de comunicación, sino mejorando la economía con personas cualificadas y eso lo ha de proporcionar nuestro sistema educativo.

En definitiva con el informe PISA y el ranking de la Universidad de Shanghai, debemos ruborizarnos todos, desde los padres que son los responsables de los cimientos, hasta los catedráticos y hemos de proponernos firmemente dar un salto cualitativo para que la sociedad española desarrolle todo su potencial en beneficio de todos. No tenemos tiempo para discusiones, hay que actuar de inmediato.»

Aprovecho para desearles unas Felices Fiestas y un Próspero Año Nuevo que se prevé mejor.

Sergio Alonso Reyes

 

2 pensamientos en “Mesa redonda sobre Formación y Empresa (16.12.13)

  1. Estimado y apreciado Don Sergio:
    Tiene usted mucha razón en lo indicado en su artículo, y es para hacer una reflexión sobre lo que sucede con la educación y los educadores en nuestro País. A mi modesto entender, creo que los educadores no ya de ahora, sino, desde hace veinte años vienen pasando olímpicamente del amor a su profesión, solo van buscando el tener un rendimiento económico sin importarles lo más mínimo los resultados obtenidos por sus alumnos.
    Si a eso añadimos la falta de respeto, el tratamiento de tu a tu, y el que la clase política de turno han pasado del problema olímpicamente si olvidar a los sindicatos con exigencias de señorío y disminución de jornadas de trabajo. El gran cambio de la jornada partida a la continua, ha hecho un daño irreversible a la calidad educacional aumentado el desamparo de los niños en horas normalmente lectivas , ya que la gran mayoría de los padres trabajan generando con ello el descontrol y el no saber que hacen, creando vicios y marginación. Por último. La desaparición y protección de las escuelas profesionales y artesanales, hoy llamada FP, eliminadas por muchos centros al no serles rentables económicamente. ¿Y a quien culpamos?. Lo tengo muy claro. Primero a esos centros privados y públicos por prescindir de la formación profesional. Segundo. A los sindicatos, que solo buscaron un aumento indiscriminado de sus salarios(no olvidemos el aumento del precio de la gasolina para pagar a los profesores en la época del Sr. Olarte). Y como no. A una clase política inepta, mal formada y sin las ideas claras de que camino seguir.
    Muchas gracias, y con el ruego de que siga en la brecha por la lucha de los intereses generales de la sociedad canaria.
    Atentamente.
    Aurelio Juan Gutiérrez

    • Hola de nuevo,
      En primer lugar mis disculpas por tardar tanto en responder y en segundo lugar muchas gracias por compartir mi pensamiento. es importante crear un respetuoso debate en esta sociedad, con argumentos y sin radicalización para que nos convenzan de lo contrario, o que podamos convencer nosotros.
      En cualquier caso yo no voy a tirar la toalla.
      Un afectuoso saludo
      Sergio Alonso

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