Con emoción presenté, el pasado mes de octubre, el libro «Las Sin Banco», y digo con emoción, pues conozco a su autor desde que era pequeño destacando mi relación con su familia. No voy a desarrollar aquí los datos que expuse sobre su persona, ya que su currículo es muy amplio. Baste destacar que se trata de un idealista, que es un pedagogo vacacional y que le gustaría mejorar el mundo.
Las Sin Banco es un libro de negocios y a la vez de amplia trascendencia social, que demuestra que ganar dinero no es un pecado y, como dice Muhammad Yunus, la reinversión en los negocios es una labor social de máxima importancia. Es la creatividad y la sensibilidad la que permite que se hagan cosas sencillas que benefician a la sociedad.
El profesor Yunus, de la Chittagong University, fue el iniciador del llamado banco de los pobres. Esta idea se basa en microcréditos concedidos a mujeres que invierten en materias primas para distintas elaboraciones y van desarrollando pequeños negocios que si reinvierten pueden ir creciendo y además devuelven el dinero que sirve para ayudar a otras personas y así sucesivamente. Eso en países donde la pobreza es severa constituye un avance sumamente importante. Pero para comprender realmente su significado hay que desplazarse a esos sitios y salir del ambiente mimado que nos rodea y con el que nunca estamos contentos.
La creación de las microfinanzas se remonta a los años 70 en Bangladesh. El profesor Muhammad Yunus, caminaba por uno de los barrios más pobres de la ciudad cuando encontró a una artesana que producía sillas hechas de bambú. Hablando con ella conoció que la materia prima le costaba 5 takas, (22 céntimos de euro) que obtenía por medio de proveedores a crédito. Éstos la obligaban a venderles las sillas acabadas a un precio irrisorio. Como alternativa a esta opción podía obtener el dinero por parte de prestamistas locales a un interés del 10% al día. Ella tenía miedo de verse atada de por vida a los prestamistas y había elegido comprar las cañas de bambú a los proveedores y venderles las sillas acabadas. Por su trabajo produciendo sillas, ganaba 2 céntimos de Euro al día, mientras que los intermediarios vendían las sillas a un precio mucho más alto. Era una de las muchas personas de su barrio que se encontraba ahogada en un círculo de pobreza imposible de romper por no disponer de capital para financiar su negocio. El dinero que recibía era lo justo para vivir, no podía ahorrar lo suficiente para comprar cañas de bambú al contado, vender las sillas ella misma y conseguir una rentabilidad más alta. Salir de la pobreza era un sueño imposible.
Afectado por esta revelación, el señor Yunus continuó recabando información sobre las necesidades financieras de los artesanos más pobres del barrio, los que dependían exclusivamente de los proveedores o de los prestamistas. La suma que necesitaban los 42 artesanos más pobres para independizarse de los intermediarios y mejorar sus condiciones de vida ascendía a 27 dólares. El Profesor aportó 27 dólares de su propio bolsillo y realizó los préstamos, fueron devueltos por cada uno de los artesanos puntualmente.
Este fue el germen del ambicioso proyecto del Profesor. Encontrar fuentes de financiación para los pobres y mejorar su calidad de vida le llevó a crear un banco donde, el único requisito para poder pedir un préstamo o depositar el dinero, era ser pobre. El banco se llamó el GRAMEEN BANK (Banco de la aldea) y su éxito durante los últimos 30 años ha sido asombroso. En la actualidad, el Grameen Bank cuenta con 2.468 oficinas y tiene más de 24.000 empleados. Sirve a 8,3 millones de clientes, el 97% de ellos son mujeres. En su cartera, Grameen tiene más de 500 millones de dólares en préstamos y durante la historia del banco ha prestado más de 6.500 millones de dólares. En el año 2006 el profesor Yunus y su banco recibieron el Premio Nobel de la Paz por su aportación a aliviar la pobreza en el mundo y a mejorar la vida de los que hasta ese momento eran personas sin banco.
En el año 2006 tuvimos el enorme privilegio de tener como invitado en esta isla al Profesor Yunus. Esta Invitación fue realizada por el Instituto Internacional Bravo Murillo. Durante la conferencia habló del proyecto de su vida, de sus experiencias, de su sueño, las microfinanzas como instrumento de ayuda a la mejora de la vida de las personas. Los grandes sueños son contagiosos y Nacho se encontraba en esa sala. Para él fue el principio de una importante trayectoria en el mundo de las microfinanzas.
Sergio Alonso Reyes